martes, 31 de enero de 2012

EL HUESPED DE DRACULA (Bram Stoker)

 En la parte alta del túmulo, y atravesando aparentemente el mármol, pues la estructura estaba formada por unos pocos bloques macizos, se veía una gran vigueta o estaca de hierro.
Me dirigí hacia la parte de atrás y leí, esculpida con grandes letras cirílicas:
"Los muertos viajan de prisa"
Había algo tan extraño y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfallecí. Por primera vez empecé a desear haber seguido el consejo de Johann. Y en aquel momento me invadió un pensamiento que, en medio de aquellas misteriosas circunstancias, me produjo un terrible estremecimiento: ¡era la noche de Walpurgis!
La noche de Walpurgis en la que, según las creencias de millones de personas, el diablo andaba suelto; en la que se abrían las tumbas y los muertos salían a pasear; en la que todas las cosas maléficas de la tierra, el mar y el aire celebraban su reunión. Y estaba en el preciso lugar que el cochero había rehuido. Aquél era el pueblo abandonado hacía siglos. Allí era donde se encontraba la suicida; ¡y en ese lugar me encontraba yo ahora solo..., sin ayuda, temblando de frío en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formándose a mi alrededor! Fue necesaria toda mi filosofía, toda la religión que me habían enseñado, todo mi coraje, para no derrumbarme en un paroxismo de terror. 

Presencias Invisibles

martes, 24 de enero de 2012

BAJO EL ACEBUCHE


 

El viejo Pascual no se resignaba a jubilarse. Quería seguir cuidando sus tierras como siempre había hecho. Cierto que de noche sus huesos protestaban, pero el no les hacía caso. Así había pasado la vida y le había ido bien, dejando a los demás que dijeran, que murmuraran o criticaran lo que les diera la gana, mientras él iba a lo suyo. Aquella mañana decidió acercarse en torno al viejo acebuche, el que estaba junto al lindero del vecino. No había ido por allí en diez años, desde que desapareció la niña, su nieta María, y la Guardia Civil investigó a su colindante, al que habían visto hablar con la pequeña  más de una vez, y en una ocasión le había regalado caramelos. Nunca pudo demostrarse nada. El vecino siguió viviendo su vida y en prueba de buena fe, colaboró el primero en búsquedas durante meses por las tierras vecinas,  hasta que pasado el tiempo y agonizantes las esperanzas, la investigación se dió por finalizada.  La niña jamás apareció, ni viva ni muerta. El acebuche era el lugar preferido de María y allí había sido vista por última vez. Fue el primer sitio al que se dirigió el abuelo, y cavó en torno a él buscandola, pero no encontró más que piedras, raices y la madriguera de unos conejos. 
Llegado al pie del árbol, los recuerdos cabalgaron desbocados. El acebuche estaba rodeado de maleza hasta más de medio tronco. Pascual decidió que ya era tiempo de sanar heridas y empezó a cavar. Primero con suavidad, poco a poco, más a medida que iba avanzando en la tarea, una fuerza desconocida se apoderó de él y comenzó a golpear  con todas sus fuerzas, con el vigor que tenía cuando era joven y no tenía rival sobre los campos. Cuando se dió cuenta, vió que estaba cavando hacia abajo y que había abierto un profundo foso en uno de los lados del árbol, sin embargo no por ello cesó en su empeño sin sentido, sino que muy al contrario, lo retomó con más ahinco sin saber por qué lo estaba haciendo. De pronto, la  azada tropezó con algo, fragil y quebradizo. Quizá los huesos de un pequeño animal. Pascual dejó la herramienta con el corazón en la garganta, y con sus propias manos fue extrayendo la tierra con delicadeza. Lo sabía, siempre lo supo. La niña había vuelto al acebuche. Su verdugo, la había escondido, y pasado el peligro la había llevado al lugar donde nadie sospecharía. Una tela de cuadros azules podrida y arrugada envolvía un montón de huesos.  Una pequeña mano que se partió al cogerla. Lo que fue la cabeza de una niña en la que aún quedaban mechones de pelo oscuro. Unas fámelicas costillas. Y la pulserita de estrellas que regaló a María en su último cumpleaños.

Presencias Invisibles

lunes, 16 de enero de 2012

¡UN PLAN DE VIDA CAPAZ DE MANTENERSE DE ALGÚN MODO! Las cosas son así: en apariencia, todos somos capaces de vivir, porque en algún momento nos refugiamos en la huída, en la ceguera, en el entusiasmo, en el optimismo, en una creencia, en el pesimismo o en cualquier otra cosa.




No he tenido nunca ni el más mínimo plan de vida capaz de mantenerse de algún modo. Igual que a todo ser humano, me plantaron en el centro de un círculo del que había de partir recorriendo el radio adecuado, para trazar luego un hermoso círculo. Pero yo, en lugar de eso, me he dedicado permanentemente a inciar el recorrido del radio e interrumpirlo de inmediato una y otra vez... Del centro del círculo imaginario parten incontables radios, no queda espacio para un nuevo intento; la falta de espacio significa hacerse viejo, tener los nervios más débiles; y la falta de nuevos intentos significa el final. Cuando he recorrido el radio un poco más allá de lo habitual, como en el caso de la carrera de derecho o mis compromisos matrimoniales, todo ha empeorado en vez de mejorar, y tanto más cuanto más lejos he llegado.
-Franz Kafka-

Presencias Invisibles te acompañan en tus sueños

sábado, 14 de enero de 2012

...Sé que no se resiste a la vida, sino solo a esa manera de vivir. Franz Kafka.


Estoy leyendo un libro chino... trata solo de la muerte. Un hombre yace en el lecho de la muerte, y con la independencia que le da la cercanía del traspaso dice: "Me he pasado la vida empeñado en resistirme al placer y en dejar de vivir". Luego, un alumno se ríe de un maestro que siempre está hablando de la muerte: " No haces más que hablar de la muerte, pero no te mueres". "Pero me moriré. Solo estoy entonando mi canto final. El canto de unos es más largo, el de otros más corto. Pero la diferencia solo se aprecia en unas pocas palabras". Eso es verdad, y no es justo reírse del héroe de ópera que canta un aria mientras yace herido de muerte en el escenario. Todos nos pasamos años cantando en plena agonía.


Presencias Invisibles nos observan y se codean con nosotros.

domingo, 8 de enero de 2012

- BEATO SILLON -




¡Beato sillón! La casa
Corrobora su presencia
Con la vaga intermitencia
De su invocación en masa
A la memoria. No pasa
Nada. Los ojos no ven.
Saben. El mundo está bien
Hecho. El instante lo exalta
A marea, de tan alta.
De tal alta, sin vaivén.

     No es un sueño, locura ni alucinación


jueves, 5 de enero de 2012

Parece que hoy es domingo. EL MUNDO INFANTIL. Sucesos reales del siglo XXI


Cierto vendedor llamó el otro día por teléfono a un presunto cliente y contestó la llamada la voz inconfundible de un niño pequeño.
-¿Está tu papá, o tu mamá? - preguntó el vendedor-. El niño contestó que no.
-Entonces ¿hay alguna persona  mayor con quien yo pueda hablar?
-Sí. Mi hermana.
-Bueno. ¿Quieres hacerla pasar al teléfono?
Hubo un silencio por un largo rato. Al cabo el vendedor volvió a oir la voz del chiquillo:
-Es que no la puedo sacar de la cuna.

-D.F-

 Presencias Invisibles

ACASO EN EL INFIERNO EL TIEMPO TENGA La ficción de medida que le damos


Remedios Varó

Aquí, o acaso tenga aquella desmesura
De momentos preciosos en la vida.
No sé. Más allá el tiempo, según dicen,
Marcha hacia atrás, para irnos desviviendo.

Así esta historia nuestra, mía y tuya
(Mejor será decir nada más mía,
Aunque a tu parte queden la ocasión y el motivo,
Que no es poco), otra vez viviremos
Tú y yo (o viviré yo sólo),
De su fin al comienzo.

Extraño será entonces
Pasar de los principios del olvido
A aquel fervor iluso, cuando todo
Se animaba por ti, porque vivías,
Y de ahí a la ignorancia
De ti, anterior a nuestro hallazgo.

Pero en infiernos, de ese modo,
Dejaría de crecer, y al mismo tiempo
La idea de paraísos desechara;
Infierno y paraíso,
¿No serán cosa nuestra, de  esta vida
Terrena a la que estamos hechos y es bastante?
Infierno y paraíso
Los creamos aquí, con nuestros actos
Donde el amor y el odio brotan juntos,
Animando el vivir. Y yo no quiero
Vida en la cual ya tú no tengas parte:
Olvido de ti, sí, mas no ignorancia tuya.

El camino que sube
Y el camino que baja
Uno y el mismo son; y mi deseo
Es que al fin de uno y de otro,
Con odio o con amor, con olvido o memoria,
Tu existir esté allí, mi infierno y paraíso.
-Luis Cernuda-

Presencias Invisibles.

miércoles, 4 de enero de 2012

Elurofobia: Temor morboso a los gatos. Las personas aficionadas a los gatos suelen ser, como el mismo gato, muy individualistas y bastante volubles en sus opiniones.



Para los antiguos egipcios era animal sagrado, en cuyo honor se levantaron templos y se celebraron anuales festividades. Quien diese muerte a un gato se hacía acreedor a la última pena. Con la ruina de Egipto cambió la suerte de los gatos. India y China, países infectados de ratas, los consideraron animales útiles.
Los supersticiosos labriegos del norte de Europa y de aquella época achacaron al gato, en el cual veían la encarnación de un brujo, los daños que la humedad o las ratas causaban en sus graneros. Verdad es que los gatos actuan a veces de un modo extraño e incomprensible desde el punto de vista del hombre. Pegan saltos como si tratasen de coger al vuelo seres invisibles para nosotros; son aficionados a vagar silenciosamente en la oscuridad; su voz tiene a ratos sonidos fantásticos y medrosos; emite su pelaje chisporroteos eléctricos. La creencia de que se hallaban relacionados en una u otra forma con los espíritus malignos se extendió en la Edad Media por toda Europa, y fue causa de que se persiguiese, atormentase y diese muerte a los gatos...

-Roger Butterfield-



Presencias Invisibles nobles y malvadas nos acompañan.

martes, 3 de enero de 2012

Año 2.012 , eco enajenado y lucidez del tiempo actual. El 2012 ha empezado a contar presto y sin demoras - nuestros días con sus horas, minutos y segundos. No tengas prisa...,




EL VERSO

Hay miles de versos que no se han escrito
Y que no se escribirán jamás.
Estos que escribo no tienen ninguna importancia.
Son sólo unos cuantos más.

-La tarde ensangrentada de A J. del Puig-

 Presencias Invisibles

lunes, 2 de enero de 2012

¡SÉSAMO! ¡ABRETE! La historia de Alí Babá y los cuarenta ladrones.





La roca se abrió al punto, y Cassim quedó asombrado y pegado a tierra ante aquel cúmulo de riquezas en sedas, piedras preciosas y monedas de oro y plata. Pero el asombro le duró bien poco, pues era mayor su ambición y su egoísmo. Entró en la cueva, y llenó los cofres de monedas. Cuando los tuvo llenos, pensó en salir al exterior para cargar las mulas y marchar a la ciudad, pero había olvidado las palabras y la roca no se abría. Intentó hacer memoria, y, en vez de pronunciar las que le había dicho su hermano y él había repetido para abrir la cueva, sólo acertó a decir con todas sus fuerzas: - ¡Cebada! ¡Abrete!...


Interminables Presencias invisibles, listas y preparadas.

Pérez Escrich y su poema a VALENCIA. 1.930

"Valencia antigua".- María Luisa Lanzarote Franco


Bajo la sombra de tus palmeras,
entre las frondas de tus jardines,
vagan las aureas más placenteras,
brota la esencia de los jazmines.
Cielo sin nubes,
vega de flores,
Dime, al mirarte, ¿quién no te adora?,
cuando del alba los resplandores
con rayos de oro los campos dora?
Entre naranjos y limoneros
crecen fecundos tus arrozales,
y son alfombras de tus senderos
las madreselvas y los rosales.
¡Patria adorada!
yo no te olvido.
Y hoy que el invierno mi frente inclina,
recuerdo siempre donde he nacido,
como recuerda la golondrina
su amante nido.
Presencias invisibles