sábado, 20 de octubre de 2012

Sin el amor que encanta, la soledad del ermitaño espanta. Pero es más espantosa todavía la soledad de dos en compañía.



¡Ay qué larga es esta vida!
¡qué duros estos destierros!,
¡esta cárcel, estos hierros,
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero
me muero porque no muero.


Teresa de Jesús
 "Que muero porque no muero"


SINTIENDO PRESENCIAS INVISIBLES