¡Beato sillón! La casa
Corrobora su presencia
Con la vaga intermitencia
De su invocación en masa
A la memoria. No pasa
Nada. Los ojos no ven.
Saben. El mundo está bien
Hecho. El instante lo exalta
A marea, de tan alta.
De tal alta, sin vaivén.
No es un sueño, locura ni alucinación
VENHO LHE VISITAR E PRESTIGIAR O TEU ARTIGO, SEMPRE ESTAREI MARCANDO PRESENÇA NESTE TEU ESPAÇO E SEMPRE SERÁS BEM VINDA NO MEU, PARA EXPOR IDÉIAS, OPINIÕES E SUGESTÕES...
ResponderEliminarGRANDE ABRAÇO
TENHA UMA TARDE MARAVILHOSA
BRUNO
La vida en si es un gran misterio.Vivimos a veces como en dos mundos.
ResponderEliminarLo etéreo siempre me ha atraído.
Mis cordiales saludos!!