Estoy leyendo un libro chino... trata solo de la muerte. Un hombre yace en el lecho de la muerte, y con la independencia que le da la cercanía del traspaso dice: "Me he pasado la vida empeñado en resistirme al placer y en dejar de vivir". Luego, un alumno se ríe de un maestro que siempre está hablando de la muerte: " No haces más que hablar de la muerte, pero no te mueres". "Pero me moriré. Solo estoy entonando mi canto final. El canto de unos es más largo, el de otros más corto. Pero la diferencia solo se aprecia en unas pocas palabras". Eso es verdad, y no es justo reírse del héroe de ópera que canta un aria mientras yace herido de muerte en el escenario. Todos nos pasamos años cantando en plena agonía.
Presencias Invisibles nos observan y se codean con nosotros.
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