domingo, 30 de octubre de 2011

CANTAR DE NOCHE (en la Alameda) Ando y ando perseguido, sin saber qué me persigue.





Nada pregunto, ni espero
que nada puede decirme
qué camino es el que quiero.
Rendido estoy, pero andando,
aunque no sepa en qué tierra.
No sé lo que me acompaña;
ni hasta dónde he de seguir,
ni si escondido en mi alma
estoy, para no sentir
la muerte que me amenaza.
Pero sigo caminando...
Si he de llegar, no me importa.
Uno...
         Dos...
Mi pie, pasando,
deja su huella a la sombra
que viene detrás llorando.
-E.P-

 PRESENCIAS INVISIBLES Y DIFUNTOS

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